Con la llegada del Año Nuevo muchos de nosotros hacemos balance de los últimos 12 meses y pensamos en los nuevos retos que podemos afrontar. Cuando pensamos en un propósito de Año Nuevo para nuestra piel debería ser conseguir una piel sana y, para lograrlo; el primer paso es seguir una buena rutina de limpieza de la piel.
La limpieza de la piel: ese gran olvidado de las rutinas de belleza
Una buena limpieza facial debe ser siempre el primer paso de cualquier rutina de belleza y es fundamental para tener una piel cuidada y de aspecto saludable. En muchas ocasiones no le prestamos la atención que merece o no utilizamos el limpiador más adecuado según las necesidades de nuestra piel.
Limpieza facial diaria 2 veces al día: mañana y noche
La limpieza de la piel debe realizarse 2 veces al día, la primera por la mañana y la segunda antes de acostarnos. Por la mañana, es fundamental para eliminar restos de cosméticos que nos aplicamos el día anterior y el exceso de sebo y sudor liberado por las células de nuestra piel durante la noche. Una buena rutina de higiene facial al final del día es clave para eliminar todos los restos de maquillaje, polución, sebo y cualquier impureza que se haya depositado en la piel durante la jornada.
Te recomendamos que si vas al gimnasio o realizas cualquier actividad deportiva desmaquilla y/o limpia tu piel previamente, ya que el maquillaje y las impurezas que se acumulan durante el día junto con el sudor y sebo liberado por la piel tras el esfuerzo físico pueden producir una obstrucción del poro.
Un limpiador para cada tipo de piel
Existen en el mercado numerosos tipos de limpiadores, con y sin aclarado con agua, de base acuosa, de base oleosa, con jabón, syndets…etc. Debemos seleccionar el producto más indicado para nuestro tipo de piel y el momento del día en el que realizamos la higiene. Es fundamental que el producto que utilicemos para limpiar nuestra piel no solo elimine la suciedad de la piel, sino que al mismo tiempo preserve el manto hidrolipídico, hidrate y mantenga la función barrera intacta.
Doble limpieza: La tendencia que ha llegado para quedarse
La doble limpieza como su nombre indica consiste en lavar dos veces. Es preferible realizar la doble limpieza en la rutina nocturna ya que disponemos de más tiempo y también más suciedad acumulada. En la doble limpieza se aplica primero un limpiador de base oleosa que ayuda a eliminar grasa, maquillaje, protector solar y partículas que se acumulan durante el día. Después se aplica un limpiador de base acuosa para eliminar restos de polución, células muertas y otros residuos.
Incorpora la higiene facial a tu rutina diaria, verás como mejora el aspecto de tu piel mejorando su luminosidad y suavidad.